El jamón cocido, también conocido como jamón de York, consiste en una pieza única de carne picada de magro, grasa animal y sal, básicamente es un fiambre cocido de carne de cerdo. Aunque en un principio comenzó a consumirse como un producto dietético, ya que era muy recomendado por los médicos por su suavidad, en la actualidad es el segundo fiambre más consumido en España después del jamón serrano.
En cuanto a su composición, el jamón cocido es una fuente de proteínas y vitaminas del grupo B. Aporta gran cantidad de minerales tales como hierro, fósforo, potasio, magnesio y zinc y es el fiambre que menos colesterol contiene, por ello es altamente recomendable para aquellas personas que desean que deseen controlar este factor.
Existen tres variedades diferentes de jamón cocido en el mercado: el jamón cocido propiamente dicho, la paleta cocida y los denominados fiambres cocidos. La elaboración de todos ellos es muy similar y la diferencia radica en la carne utilizada para su fabricación, ya sea esta paleta, pierna o carne magra del cerdo.
Las formas de consumirlo y las recetas que incluyen el jamón cocido son innumerables: loncheado en sándwiches y bocadillos, empanado como en San Jacobos y Flamenquines, cortado en taquitos en las ensaladas y en asados y fritos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario